En el presente artículo argumentamos una tesis doble. La primera premisa sugiere que las distintas formas de investigación en psicología deben tomarse en serio el ejercicio de la crítica. La segunda premisa realiza una crítica racional del lugar que tienen teoría y experiencia en las prácticas investigativas. Algunos investigadores en psicología se encuentran en un doble riesgo: o bien parten de una concepción implícita de la experiencia según la cual ella no es útil para criticar las propias asunciones teóricas sino sólo para ilustrarlas; o bien, y en consecuencia, consideran también implícitamente que las teorías son dogmas cerrados que no se dejan someter a la crítica racional. Por esta razón, ponemos en duda escisiones entre investigadores, a propósito de la distinción entre investigación cualitativa y cuantitativa, teórica y empírica, entre otras. Argumentamos que, a pesar de sus esfuerzos por diferenciarse, los investigadores se parecen más de lo que estarían dispuestos a reconocer.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados