Cinta Zabay Neiro, M. Nieves Collado, G. Carrés Gonzalez, G. Curto Estupiñà, M. Gargallo Noval, Noemí Martínez Lerín, S. Torres Calvo, G. Yaya Tur
Introducción. El día 13 de marzo de 2020 se decretó el estado de alarma con motivo de la pandemia de la COVID-19, lo que supuso un confinamiento domiciliario total en España. Los centros neurorrehabilitadores de la Fundació Esclerosi Múltiple (FEM) atienden a personas diagnosticadas de enfermedades neuroprogresivas con déficits de salud importantes. Analizamos cómo el confinamiento puede afectar a su forma de vida.
Objetivos. Evaluar y gestionar el impacto del confinamiento en la persona con esclerosis múltiple (EM) y otras enfermedades neurodegenerativas.
Pacientes y métodos. Estudio observacional analítico. Se aplicó un cuestionario anónimo a todas las personas que estaban en tratamiento rehabilitador integral en dos de los centros de la FEM, que incluía características demográficas y clínicas de los sujetos, junto con la evaluación del impacto de la pandemia en la esfera física, social y psicológica.
Resultados. Se han analizado un total de 202 encuestas. La edad media de los participantes ha sido de 49,09 años. Un 77,8% presenta EM, mientras que un 22,2% tiene otras patologías. Los síntomas físicos que han aparecido más frecuentemente han sido debilidad muscular, pérdida de equilibrio y fatiga. La población estudiada se ha mantenido activa durante el confinamiento. Más de la mitad no refiere aumento en los síntomas cognitivos, pero sí que aparece, a nivel emocional, un aumento de la sensación de preocupación.
Conclusiones. Podemos afirmar que las acciones desplegadas desde la FEM, para reducir las consecuencias del confinamiento, han sido efectivas y han bajado al máximo la aparición de conductas desadaptativas. El estudio también nos ha abierto la puerta a añadir nuevas líneas de intervención.
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