El objetivo de este estudio fue analizar el desempeño de cada niño a partir de las interacciones sociales y evaluar a cada niño en su propio contexto de desarrollo. Esta investigación se caracteriza como un estudio de caso descriptivo. Los niños, llamados Maya y Talles, participaron en 32 sesiones, todas filmadas. Las imágenes permitieron un análisis detallado de seis sesiones, con tres para cada niño. Para la recolección de datos se realizaron seis registros cursivos y seis sociogramas. En las sesiones, Maya totalizó 148 interacciones sociales y en la sesión 1 obtuvo el mayor número de interacciones sociales (n=72) que en las otras sesiones. Talles totalizó 81 y presentó en la sesión 3 el mayor número de interacciones (n=31). Las interacciones sociales fueron iniciadas por los adultos que los asistieron en las sesiones. Se concluyó que las interacciones sociales de los dos niños fueron provistas de mayor calidad, aunque la cantidad osciló entre las sesiones. A medida que pasaban las sesiones, Maya restringió su interés de interacción en ciertas personas y Talles debido a la apraxia verbal mostró restricciones en las interacciones sociales. Por lo tanto, las posibilidades de interacciones sociales deben ser oportunistas, creando entornos educativos y deportivos saludables favorables para la socialización de los niños con discapacidades.
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