Fernando Ábalos Vázquez, Javier Ábalos
En 1925 Edwin Hubble dio el primer paso para expandir en varios órdenes de magnitud el tamaño del universo conocido utilizando los precarios métodos fotográficos disponibles: placas de cristal con emulsiones fotosensibles. A través del registro de las fluctuaciones periódicas en el brillo de ciertas estrellas (cefeidas) mediante fotografías, Hubble demostró que la distancia entre Andrómeda y la Tierra era mucho mayor de lo estimado en la época. Andrómeda, hasta entonces considerada una nebulosa, debía de ser en realidad otra galaxia enteramente distinta a la nuestra. De pronto, el tamaño estimado del universo pasó de unos cientos de miles de años luz a unos cuantos miles de millones de años luz. Desde entonces, la sinergia entre tecnología fotográfica y astronomía no ha dejado de aumentar.
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