Logroño, España
El interés por recrear el pasado por parte de los cineastas siempre ha estado ahí, muy presente, casi desde el origen del cine. El poder ver y observar la historia en vivo con imágenes que parecen transportarnos a los hechos que han desaparecido, ha configurado la esencia misma del espectáculo cinematográfico.El debate académico y social sobre si eso es Historia o no lo es, y las polémicas suscitadas en torno a la fidelidad de los hechos que en ella se retrata, menoscabando con ello su relevancia histórico-cultural, ha configurado parte de una realidad no siempre favorable para los estudios de historia y cine.Esta comunicación pretende sacar a colación, a través de diferentes ejemplos, como esta controversia entre cine e historia debe verse como un elemento para una mejor comprensión del pasado y de las sociedades reflejadas en la pantalla, no para la descalificación, únicamente, de la siempre falsa (por otro lado) verdad cinematográfica, porque el cine, a pesar de sus inexactitudes, sigue siendo un elemento fundamental para constituir imaginarios y relatos históricos y, por lo mismo, es una fuente muy útil y esencial para el conocimiento histórico.
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