La escucha es el primer sentido que desarrollan los seres humanos, es necesario para aprender a hablar, leer y escribir; sin embargo, no es objeto de enseñanza escolarizada. No obstante, existen otros espacios de formación y práctica que reconocen la importancia de esta habilidad. Es el caso de la etnografía, que la fomenta como componente fundamental de sus perspectivas epistemológicas y descriptivas. Otro ámbito de prácticas de escucha son los interaprendizajes que se generan mediante el Método Inductivo Intercultural.
Este artículo tiene como objetivo dar cuenta de cómo María Bertely, como etnógrafa, co-constructora y supervisora del Método Inductivo Intercultural y coordinadora de proyectos dentro de la Red de Educación Intercultural Inductiva, entendió y practicó la escucha, así como examinar sus dimensiones en el actual proyecto de esta red sobre lectura y escritura en lenguas indígenas. Para ello se revisan conceptos de escucha, textos de la propia María Bertely y documentos de trabajo del proyecto en curso.
Entre los hallazgos destaca el lugar central que ocupan los interaprendizajes, articulados con ciertos modos de escucha y generados en contextos interculturales. Las prácticas de escucha de María Bertely se inscriben en su perspectiva hermenéutica de etnografía y el interaprendizaje. Los talleres de formación docente del proyecto evidencian la complejidad de escucha en contextos de población indígena y la importancia de mantener prácticas de oralidad frente al predominio de lo visual y escrito promovido tradicionalmente por la escuela.
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