El juego es una actividad fundamental en el desarrollo integral de los niños en la educación inicial. Este artículo explora cómo el juego contribuye al desarrollo cognitivo, emocional, social y físico de los niños. A través de una revisión exhaustiva de la literatura y el análisis de diversas teorías del juego, se destaca la importancia de integrar actividades lúdicas en los programas educativos para maximizar el crecimiento y el aprendizaje infantil. Se examinan diferentes enfoques teóricos, como la teoría de la energía excedente de Spencer (Sutton-Smith, 1978), la teoría recreativa de Lazarus Flinchun, 1988 y la teoría de la autoexpresión de Mitchell y Mason Hetzer, 1992, entre otras. Además, se presentan clasificaciones de juegos según las cualidades que desarrollan Díaz, 1993; Bequer, González y Plous, 1993 y la aplicación de estas teorías en la práctica educativa. Los resultados indican que el juego no solo facilita la adquisición de habilidades y conocimientos, sino que también promueve la adaptación social y emocional, preparando a los niños para futuros desafíos. Este estudio subraya la necesidad de un enfoque pedagógico que valore y utilice el juego como herramienta educativa clave en la primera infancia.
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