A partir de la distinción freudiana originaria entre sujeto del yo y el objeto del yo y, por tanto, entre polo subjetal y polo objetal, la subjetividad se concibe como un proceso que permite la emergencia de un sí mismo creativo y autónomo, proceso que, a través de sus perturbaciones, esclarece ciertos aspectos del encuadre y de la contratransferencia, condicionando así la posibilidad –o no– de un verdadero trabajo psicoanalítico.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados