La Personalidad Eficaz es un constructo formulado por Martín del Buey y Martín Palacio que integra diversas competencias personales y socioafectivas: autoconcepto, autoestima, motivación, atribución, expectativas, afrontamiento de problemas, toma de decisiones, empatía, asertividad y comunicación. Estas competencias se agrupan en cuatro esferas del Yo íntimamente relacionadas: fortalezas, demandas, retos y relaciones del Yo. Esta investigación supone un acercamiento a la evaluación de las esferas en población infanto-juvenil con Trastornos del Espectro Autista o síndrome de Asperger. El objetivo principal pretende evaluar la presencia y desarrollo de las dimensiones del constructo. En relación con este objetivo se proponen: elaborar un instrumento con propiedades psicométricas adecuadas y diseñar pautas de intervención. Para cumplir con los objetivos se realizó una adaptación tomando como referentes los instrumentos para población infanto-juvenil elaborados por el Grupo de Orientación y Atención a la Diversidad (GOYAD). Tras realizar un estudio piloto con población infanto-juvenil y juicios de expertos con profesionales, se dispone de un cuestionario final denominado TE-A-PEtece. El cuestionario fue aplicado a 42 participantes (36 niños y 6 niñas) de 8-14 años. Las propiedades psicométricas del instrumento son safisfactorias. Los datos obtenidos con TE-A-PEtece fueron cotejados con un cuestionario de Personalidad Eficaz cumplimentado por las familias así como con la Escala Australiana. Los análisis de correlaciones señalan que las esferas se encuentran relacionadas. También se hallaron correlaciones entre la Personalidad Eficaz y la Escala Australiana. Con respecto al rendimiento académico, la esfera de demandas se mostró como predictora. No se hallaron diferencias estadísticamente significativas en Personalidad Eficaz de acuerdo a las variables género, edad y edad en el momento del diagnóstico. La evaluación realizada por la población infanto-juvenil fue comparada con la realizada por las familias, hallándose diferencias estadísticamente significativas. La evaluación realizada por niños y adolescentes es más elevada. Se ha comparado la evaluación realizada por la población con TEA con población sin TEA. Aunque en un primer momento no se encuentran diferencias, sí se hallan cuando se tiene en cuenta la información aportada por las familias. Este estudio se ha ocupado de establecer tipologías modales multivariadas. Las tipologías extremas eficaz e ineficaz son similares a las encontradas en investigaciones anteriores, no ocurriendo así con los tipos intermedios. Se formulan unas propuestas de intervención, en la línea de potenciar las distintas esferas del yo. Debe partirse de una evaluación individualizada que tenga en cuenta el desarrollo integral de la persona incluyendo sus fortalezas y debilidades.
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