La formación práctica es y ha sido tradicionalmente uno de los pilares de la formación de las enfermeras. Esta formación ha sido asumida tradicionalmente en los centros sociosanitarios, especialmente en los hospitales y otros centros con una eminente labor asistencial. En particular, el peso de la guía, asesoramiento, acompañamiento y evaluación del alumno en su paso por el centro sanitario, ha caído y recae sobre la figura del Tutor, un profesional de enfermería con perfil formativo y una vocación profesional orientada a la labor asistencial. Con frecuencia, la formación práctica supone para los alumnos el primer punto de contacto con la realidad de la profesión que se encuentran estudiando. Es por ello que la experiencia vivida en este proceso puede marcar su devenir como profesional. En esta situación, la figura del tutor es clave, dado que ejerce no solo su rol docente de forma directa (asesorando, acompañando, evaluando…) sino que también ejerce una influencia en forma de modelo de comportamiento. Esta investigación explora el rol de los tutores asistenciales de enfermería durante la formación pregrado en centros hospitalarios. Así mismo se atiende a los distintos condicionantes que sustentan esta función, tales como las motivaciones y las distintas relaciones que se establecen entre los actores de la formación práctica: Tutor Asistencial, Alumno y Tutor de Facultad. Como objetivos se plantearon entre otros determinar las características de los profesionales de enfermería que ejercen su labor como Tutor pregrado, identificar su relación con los demás actores participantes en las prácticas clínicas, particularmente con los alumnos y con los Tutores de la Facultad, así como identificar los patrones de enseñanza usados por los tutores, evaluar su grado de formación en técnicas docentes, determinar las impresiones y creencias acerca del proceso de Formación Práctica, identificar los elementos de motivación. El estudio de estos fenómenos se realiza desde una perspectiva metodológica mixta, recolectando, analizando y vinculando los resultados de datos cuantitativos y cualitativos, a partir de Grupos de Discusión y Cuestionario realizado al efecto. Como población de estudio se determinó a los profesionales que realizan su labor asistencial en servicios de hospitalización, medicina Interna y/o Cirugía de los centros públicos de la Comunidad Autónoma de Murcia, conformando un total de 1000 profesionales. En base a esta población se realizó un muestreo aleatorio estratificado proporcional seleccionando a 280 profesionales para la realización del cuestionario. Respecto a los Grupos de Discusión se realizaron 3 grupos con la participación de 25 profesionales. Los resultados de este estudio revelan que pese a que la tutorización de alumnos es asumida de forma voluntaria por los profesionales asistenciales de los hospitales públicos de la Región de Murcia, un tercio de los mismos ya no quiere ser tutor. Igualmente ante la demanda de formación práctica, profesionales que no han expresado su deseo de ser tutor, o no cuentan con las condiciones mínimas para ello, ejercen esta labor. Los tutores carecen de la formación necesaria para ejercer este rol docente, y su relación los Tutores de la Facultad, es muy deficiente, tanto en contenido como en frecuencia, generando una sensación de abandono en los mismos, germen de descontento y desmotivación. Los tutores sienten poco reconocida su labor, y consideran insuficientes las recompensas ofrecidas por las instituciones educativas (derivadas todas ellas de la consideración de profesor colaborador honorario y miembro de la comunidad educativa). Del mismo modo sugieren como recompensas motivantes, la remuneración ya sea a través de cantidad económica directa o indirecta en forma de horas libres de labor asistencial. En cuanto a los modelos formativos usados por los tutores, sus prácticas docentes se basan en la observación-demostración-imitación, la reproducción de tareas, el desconocimiento de los objetivos docentes, la “turorización defensiva” con delegación al alumno de tareas rutinarias y poco peligrosas para el paciente, la evaluación sesgada en base a criterios de afinidad y/o reproducción, todo ello integrado en un modelo de formación para el puesto, planteamientos todos ellos alejados de las ideas derivadas de los postulados del Aprendizaje Reflexivo. La formación en técnicas docentes y habilidades comunicativas que poseen los tutores, es nula o cuando menos escasa, siendo la principal fuente de inspiración para la realización de sus funciones docentes las experiencias previas como alumno, la observación de lo realizado por sus compañeros y las conclusiones emanadas de experiencias pasadas como tutor. Los resultados de nuestra investigación sustentan entre otras recomendaciones: la necesidad de establecer programas de selección de tutores acordes con los estándares de calidad, tales como experiencia mínima, permanencia en el servicio mínima y formación acreditada en materia asistenciales, docentes y comunicativas; determinar programas de formación específica en materia de tutorización; fortalecimiento de las relaciones entre los tutores asistenciales y los tutores de la facultad; determinar recompensas acorde a las demandas de los tutores, especialmente en forma de curso de formación y reciclaje atractivos para los tutores.
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