El objetivo de esta Tesis ha sido estudiar la influencia de diferentes estrategias nutricionales sobre el control de la acidosis en terneros de cebo en un contexto experimental diseñado para representar el manejo nutricional predominante en España. Para ello, se llevaron a cabo tres ensayos experimentales que se describen a continuación.
El primer experimento se diseñó para evaluar el efecto de la inclusión de malato, administrado bien en forma de ácido libre o bien en forma de sal disódica/cálcica, en dietas de cebo de terneros sobre la productividad, la calidad de la canal, los parámetros ruminales y los metabolitos sanguíneos. Se emplearon 108 terneras (216 ± 30,3 kg de peso vivo), alojadas en 18 corrales de seis animales cada uno, durante un periodo experimental de cebo de 141 días. Se asignaron al azar seis corrales a cada tratamiento experimental. Los tratamientos experimentales fueron los siguientes: CON: concentrado control (sin aditivo); MA: concentrado CON más 1,08 kg/t de ácido málico (0,98 g de malato/g producto); y MAL: concentrado CON más 2 kg/t de una mezcla de malato disódico y cálcico (0,53 g de malato/g producto). Ambos aditivos se incluyeron para suministrar 1,1 g de malato por kg de concentrado. Los animales dispusieron de paja ad libitum durante toda la prueba. Se determinó el consumo de concentrado en materia seca (kg/corral) y el peso vivo individual cada 28 días. En los días 0, 84 y 141 de la prueba, se tomó una muestra de líquido ruminal mediante ruminocentesis y una muestra de sangre en la base del rabo de dos terneras por corral (12 por tratamiento). Al sacrificio, se registró el peso de la canal individual para determinar el rendimiento de la canal. También se llevó a cabo un estudio in vitro para analizar la fermentación ruminal de las tres dietas experimentales. Para ello, se inocularon los cultivos con líquido ruminal procedente de terneras alimentadas con la dieta CON y se incubaron durante 17 horas a 39ºC, determinándose posteriormente los principales parámetros de la fermentación ruminal (pH, producción de ácidos grasos volátiles y CH4, concentración de nitrógeno amoniacal y lactato, y la degradabilidad de la dieta). No hubo diferencias (P>0,05) entre tratamientos para el peso vivo, el consumo medio diario de de concentrado o la ganancia de peso vivo en ningún momento a lo largo del ensayo. Al sacrificio, tampoco hubo diferencias (P>0,05) en el peso de la canal caliente, su rendimiento o la clasificación de la canal. No hubo diferencias entre tratamientos en los valores de pH y las concentraciones de ácidos grasos volátiles y lactato, pero la concentración de nitrógeno amoniacal a los 84 días de prueba fue mayor para el tratamiento MAL (P>0,05) que para CON y MA. No hubo efecto de los tratamientos sobre los metabolitos sanguíneos (concentraciones de glucosa, lactato y nitrógeno ureico). En el estudio in vitro, no hubo diferencias entre tratamientos (P>0,05) para ninguno de los parámetros estudiados. Por lo tanto, bajo las condiciones de este experimento, la suplementación de MA o MAL no tuvo efecto en la productividad, los parámetros ruminales o los metabolitos sanguíneos de las terneras. Los resultados no se vieron influenciados por la forma de presentación del malato, bien como ácido libre o como sal disódica y cálcica.
El segundo ensayo se diseñó para estudiar los efectos de las sales de malato y de un cultivo de Saccharomyces cerevisiae en la productividad, la calidad de la canal, la fermentación ruminal y los metabolitos sanguíneos de terneras en cebo. Se emplearon 108 terneras cruzadas con Charolés (214 ± 27,3 kg de peso vivo), que se alojaron en 18 corrales de seis animales cada uno durante un periodo de cebo experimental de 114 días. Se asignaron al azar seis corrales a cada uno de los siguientes tratamientos: CON (sin suplementación), MAL: CON más 4 g de una mezcla de malato disódico-cálcico por kg de concentrado (2,12 g de malato por kg), y YC: CON más 0,15 g de un cultivo de levadura (S. cerevisiae CBS 493.94; 1,5 x 108 ufc/kg) por kg de concentrado. La dieta CON consistió en un concentrado basado en trigo y cebada (32% de almidón en materia seca) y paja de cebada, ambos administrados ad libitum. Los días 0, 56 y 114 se tomaron muestras de líquido ruminal y sangre de cada ternera a las 2 horas tras la administración del concentrado mediante ruminocentesis y extracción en la base de la cola, respectivamente. El peso vivo, el consumo medio diario y el índice de transformación (ganancia/consumo) se registraron a los 28, 56, 84 y 114 días del ensayo. Los animales se sacrificaron en un matadero comercial y se determinó el peso de la canal caliente, el rendimiento de la canal y su clasificación en dos terneras por corral (12 animales por tratamiento). También se llevó a cabo un estudio in vitro para analizar la fermentación ruminal de las tres dietas experimentales. Para ello, se inocularon los cultivos con líquido ruminal procedente de terneras alimentadas con la dieta CON y se incubaron durante 17 horas a 39ºC, determinándose posteriormente los principales parámetros de la fermentación ruminal. La suplementación con malato o YC no afectó (P>0,05) al consumo medio diario de concentrado, la ganancia media diaria o el índice de transformación a lo largo del ensayo. Tampoco hubo diferencias (P>0,05) entre tratamientos en el peso de la canal, su rendimiento y clasificación. No se detectaron diferencias entre tratamientos en el pH ruminal, las concentraciones ruminales de ácidos grasos volátiles, nitrógeno amoniacal y lactato, ni en las concentraciones plasmáticas de glucosa, nitrógeno ureico y lactato. En el estudio in vitro, no hubo diferencias entre tratamientos (P>0,05) para ninguno de los parámetros estudiados. En conclusión, bajo las condiciones de manejo y alimentación de este estudio, la suplementación con MAL o YC no tuvo ningún efecto significativo sobre los parámetros ruminales y sanguíneos, el rendimiento productivo ni la calidad de la canal.
Finalmente, el objetivo del tercer experimento fue evaluar la interacción entre el tipo de cereal (maíz vs. trigo) y el nivel de energía de la dieta sobre la productividad, la calidad de la canal y la fermentación ruminal en terneras en cebo. Para ello se emplearon 144 terneras (218 ± 26 kg de peso vivo) que fueron alojadas en 24 corrales (seis animales cada uno) durante un periodo experimental de cebo de 168 días. La prueba tuvo un diseño factorial con cuatro tratamientos en función de la composición de los concentrados, que fueron formulados con dos niveles energéticos (1.452 vs. 1.700 kcal EN/kg) y dos cereales principales (maíz vs. trigo). Las terneras recibieron los concentrados experimentales y paja de cereal administrados ad libitum. El consumo de concentrado y el PV se registraron a los 42, 84, 126 y 168 días del ensayo. Los días 1, 84 y 168 del ensayo se obtuvo líquido ruminal de tres terneras por corral mediante ruminocentesis, así como una muestra de sangre. Tras el sacrificio, se registró en las mismas terneras el peso de la canal y su clasificación, y se calculó el rendimiento de la canal. También se llevó a cabo un estudio in vitro para analizar la fermentación ruminal de las cuatro dietas experimentales. Para ello, se inocularon los cultivos con líquido ruminal procedente de terneras alimentadas con la dieta CON y se incubaron durante 17 horas a 39ºC, determinándose posteriormente los principales parámetros de la fermentación ruminal. Las terneras que recibieron las dietas de mayor nivel energético tuvieron un menor consumo (6,97 vs. 7,29 kg/d; P=0,011), un índice de conversión inferior (5,15 vs. 5,66 kg/kg; P=0,002) que aquellas que recibieron los concentrados de baja energía, y tendieron a ser más pesadas (P=0,069) a lo largo del ensayo. No se observaron diferencias (P>0,05) debidas al nivel energético en el rendimiento y clasificación de la canal, en el pH ruminal, ni en las concentraciones de ácidos grasos volátiles y de nitrógeno amoniacal en el rumen. Por otro lado, la concentración total de ácidos grasos volátiles tendió (P=0,070) a ser mayor en las terneras alimentadas con las dietas basadas en maíz, que en las que recibían las dietas basadas en cebada. En el estudio in vitro, no hubo diferencias debido al tipo de cereal (P>0,05) para ninguno de los parámetros estudiados, mientras que las dietas de alta energía tuvieron una menor producción de gas y ácidos grasos volátiles, y un mayor pH que las dietas de baja energía. Por lo tanto, según los resultados de este ensayo, la administración de concentrados con niveles energéticos elevados redujo el consumo y el índice de conversión, pero tuvo efectos minoritarios sobre el rendimiento de la canal. Por otro lado, el tipo de cereal mayoritario en el concentrado no tuvo ningún efecto en la productividad o la fermentación ruminal, sin que se detectaran interacciones entre el tipo de cereal y el nivel energético.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados