Uno de los principales problemas a los que se enfrenta el empirismo es el de explicar cómo se adquieren los elementos más básicos de los conceptos, sin recurrir para ello a elementos innatos preexistentes. El propósito de esta tesis es mostrar que los mejores argumentos nativistas en contra de la posibilidad de aprender conceptos (primitivos) dependen de la asunción de que los constituyentes de los conceptos deben estar disponibles de antemano, como entrada de los procesos de adquisición. No obstante, mostraré que nada obliga a aceptar esa asunción (de precedencia). De hecho, presentaré un modelo en donde los elementos constitutivos de un concepto resultan del mismo proceso de aprendizaje en virtud del cual ese concepto se adquiere. Mi propuesta está basada en una teoría de espacios de similaridad articulada mediante prototipos. Además pruebo: (A) que dos nociones distintas de concepto deben distinguirse en este tipo de aproximación, a saber, conceptos como almacenamiento y conceptos como instanciación; y (B) que una propuesta como ésta reúne virtudes tanto del ámbito invariantista como del contextualista. Argumento también que, si los conceptos son dependientes del contexto ¿según sostiene el contextualismo¿, entonces los conceptos instanciados carecen de persistencia mínima y, por ello, no pueden ser una representación de sus categorías asociadas.
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