Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


El apego adulto: perfiles de sujetos evaluados por el cuestionario de apego adulto y su relación con otras variables psicológicas

  • Autores: Gisela Ferre Rey
  • Directores de la Tesis: Misericordia Camps Llauradó (dir. tes.), Fàbia Morales Vives (codir. tes.)
  • Lectura: En la Universitat Rovira i Virgili ( España ) en 2021
  • Idioma: español
  • Tribunal Calificador de la Tesis: Josefina Sanchez (presid.), Elena Castarlenas Solé (secret.), Ignacio Cifre Leon (voc.)
  • Programa de doctorado: Programa de Doctorado en Salud, Psicología y Psiquiatría por la Universidad de Almería y la Universidad Rovira i Virgili
  • Materias:
  • Enlaces
    • Tesis en acceso abierto en: TDX
  • Resumen
    • John Bowlby fue el primer autor que desarrolló una teoría sobre el apego y Mary Ainsworth fue la primera autora en proponer un procedimiento que permitiera evaluar la calidad del apego. A partir de las evaluaciones que realizó Ainsworth, esta autora propuso tres estilos principales de apego en la infancia: apego seguro, apego inseguro evitativo, y apego inseguro ambivalente.

      Diversos autores sostienen que en la edad adulta habría una correspondencia con estos tres estilos de apego infantiles gracias a los modelos internos de trabajo, que se desarrollan desde que nacemos a partir de las experiencias vinculadas al apego. Estos modelos internos de trabajo tienden a ser estables, pero pueden modificarse (Bothe, 2015; Hazan y Shaver, 1987; Marrone, 2009).

      Sin embargo, no existe un consenso sobre si la evaluación de los estilos de apego adulto debería ser abordada desde una aproximación categórica o dimensional. De hecho, tradicionalmente se había abordado de forma categórica, pero autores como Fraley y Waller (1998), y Fraley et al. (2015) han criticado esta aproximación, considerándola poco realista, dado que implica que hay pocas diferencias, o ninguna, entre los sujetos que están dentro de una misma categoría. Bartholomew y Horowitz (1991) propusieron aunar la aproximación categórica con la dimensional, para evaluar el apego de forma más precisa. Partiendo de esta visión más global, uno de los objetivos de la presente tesis consiste en determinar qué estilos de apego permite diferenciar el Cuestionario de Apego Adulto (CAA, Melero y Cantero, 2008) utilizando el Análisis Factorial de Mixturas (AFM). Este procedimiento permite que la estructura derivada de las respuestas a los ítems sea tanto categórica como dimensional simultáneamente, reconciliando ambas perspectivas, por lo que resulta más adecuado que otros procedimientos utilizados previamente en este ámbito. Los resultados muestran que el cuestionario CAA diferencia entre dos perfiles principales de apego. Uno de estos perfiles abarca la mayoría de los participantes (77.48%) e implica niveles medios en los diferentes factores vinculados al apego. El otro perfil se caracteriza por niveles altos de miedo al rechazo, necesidad de aprobación y baja autoestima, niveles altos de resolución hostil de conflictos, rencor y posesividad, niveles muy altos de autosuficiencia emocional e incomodidad con la intimidad, y niveles bajos de expresión de sentimientos y comodidad con las relaciones. Por eso, se denominó este segundo perfil como apego inseguro. Dado que el primer perfil implica un patrón de apego más positivo, fue denominado como apego seguro. Sin embargo, los resultados no sustentan la diferenciación entre cuatro perfiles, al contrario de lo que propusieron Melero y Cantero (2008).

      Por otra parte, los resultados del presente estudio muestran que estos dos perfiles de apego están relacionados con variables como la vinculación parental experimentada en la infancia, la personalidad, la madurez, etc., tal como se esperaba. Concretamente, los resultados sugieren que el tipo de vinculación parental experimentado en la infancia tiene una influencia en el tipo de apego observado en la edad adulta, de modo que las personas con un apego seguro tienden a haber experimentado más cuidados y afecto y menos control y sobreprotección por parte del padre y de la madre con respecto a las personas con un estilo de apego inseguro. Además, las personas que recibieron un alto afecto y bajo control del padre y de la madre tienden a expresar en mayor medida sus sentimientos y a sentirse cómodas con las relaciones. En cambio, aquellas personas que experimentaron un alto control y un bajo afecto por parte de ambos padres tienden a caracterizarse por una resolución hostil de conflictos, mostrando rencor y posesividad, autosuficiencia emocional e incomodidad con la intimidad, además de una baja autoestima y una mayor necesidad de aprobación y de miedo al rechazo.

      En cuanto a las estrategias cognitivo-emocionales, se han obtenido diferencias significativas entre los dos grupos en la variable ajuste del cuestionario Moldes. Estos resultados sugieren que los sujetos con un apego más seguro tienden a experimentar mayor bienestar subjetivo, afrontando la vida de manera más ajustada y positiva, en comparación con el grupo de apego inseguro. Sin embargo, no se han encontrado diferencias significativas entre los dos perfiles de apego en cuanto a las variables espontaneidad vital y optimización, en contra de lo esperado. Por otro lado, en la línea de las hipótesis planteadas, se obtuvieron correlaciones significativas entre las cuatro dimensiones afectivas del apego que evalúa el cuestionario CAA y las variables espontaneidad vital, ajuste y optimización. Estos resultados sugieren que las personas que se caracterizan por una mayor expresión de sentimientos y comodidad con las relaciones suelen dejarse llevar y disfrutar más de la vida, afrontando las situaciones de manera más apropiada y positiva, obteniendo rendimiento de sus potencialidades y de las situaciones adversas. En cambio, las personas que se caracterizan por una autosuficiencia emocional e incomodidad con la intimidad, una baja autoestima, necesidad de aprobación y miedo al rechazo, con una resolución hostil de conflictos, rencor y posesividad, suelen disfrutar menos de la vida, presentan menos bienestar personal y más problemas para adaptarse a la realidad, y no suelen sacar provecho de las dificultades ni de su propia capacidad. Sin embargo, no se ha obtenido una correlación significativa entre espontaneidad vital y la dimensión de autosuficiencia emocional e incomodidad con la intimidad.

      Respecto a la inteligencia, se han observado pocas diferencias entre los dos grupos, y estas diferencias tienen un tamaño del efecto pequeño, por lo que los resultados sugieren que no hay diferencias relevantes en inteligencia entre los dos grupos. En cambio, sí se han obtenido diferencias significativas en diversos rasgos de personalidad. Concretamente, el grupo con un apego más seguro ha obtenido puntuaciones significativamente superiores en estabilidad emocional y responsabilidad que las obtenidas por el grupo de apego inseguro, tal y como se esperaba. Igualmente, las cuatro dimensiones afectivas del apego correlacionaron con los rasgos de personalidad, también en la dirección esperada. Así, las personas que se caracterizan por una mayor expresión de sentimientos y comodidad con las relaciones tienden a presentar una mayor estabilidad emocional y tienden a ser más extrovertidas, responsables y, amables, con una mayor apertura a la experiencia. En cambio, aquellos que se caracterizan por una resolución hostil de conflictos, rencor y posesividad, baja autoestima, necesidad de aprobación y miedo al rechazo, con autosuficiencia emocional e incomodidad con la intimidad tienden a ser menos estables emocionalmente, menos extravertidos, menos amables, menos responsables y menos abiertos a la experiencia.

      Por último, en cuanto a la madurez psicológica, el grupo con un apego más seguro obtuvo puntuaciones significativamente superiores en orientación al trabajo y en identidad, y también en la madurez psicológica global, en comparación con el grupo de apego inseguro, tal y como se esperaba. Por lo tanto, los resultados sugieren que un apego más seguro facilita alcanzar un mayor nivel de madurez psicológica, tal como se esperaba, en especial en lo que respecta a la responsabilidad y a la identidad, aunque no en autonomía. Por otro lado, las cuatro dimensiones afectivas del apego están relacionadas con las subescalas de madurez psicológica, en la línea de las hipótesis planteadas. Estos resultados muestran la relevancia del apego en el desarrollo de la madurez psicológica.

      Por lo tanto, los resultados de presente estudio sugieren que el cuestionario CAA permite diferenciar entre dos perfiles de apego, y no entre cuatro perfiles como habían propuesto las autoras del cuestionario. En general, estos dos perfiles presentan el patrón esperado de relaciones con variables como los rasgos de personalidad, el tipo de vinculación parental, las estrategias cognitivo-emocionales y la madurez psicológica. Sin embargo, los resultados sugieren que el apego adulto no está relacionado con la inteligencia.


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus

Opciones de compartir

Opciones de entorno