La investigación se enmarca en un planteamiento global de calidad de vida saludable e integral de las personas para que puedan vivir en un mundo mejor, más libre, respetuoso con la salud de todos sus miembros individualmente y de la colectividad, más crítico con los condicionantes que entorpecen la salud personal y comunitaria, y más democrático.
Se ha utilizado una población mundial y en la muestra han participado 2.350 personas de 79 países. Se ha manejado una metodología mixta. Los resultados que se presentan en la Tesis se han centrado especialmente en tres profesiones: SANIDAD, EDUCACIÓN y ECONOMÍA, con un riguroso análisis desde la perspectiva de género y edad. Como conclusiones más significativas, conviene subrayar que los participantes valoran las vacunas como una intervención sanitarita importante para garantizar la prevención de la salud en la población. Resulta preciso indicar que se ha evidenciado que existe un gran desconocimiento por parte de los miembros de la sociedad sobre los riesgos y consecuencias que pueden sufrir los integrantes de la comunidad educativa al convivir con alumnos no vacunados. Es, por tanto, otro tema imprescindible a incluir en la formación docente y, al tiempo, realizar campañas de sensibilización objetivas y responsables.
Igualmente, ante la enfermedad COVID-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2, se han evidenciado las carencias de la formación del profesorado en educación y prevención para la salud. Se insiste en la necesidad de que sea una asignatura obligatoria en la formación del profesorado. Además, resulta preciso que todos los centros educativos estén equipados con material actualizado y profesionales especializados para garantizar la educación para la salud desde la más temprana edad. Se concluye que la educación en la salud es muy importante en la educación, no solo en el tema de vacunas, sino también en la formación en primeros auxilios; a todos los niveles.
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