INTRODUCCIÓN Entrevista a Wolfgang Becker, director de Good Bye, Lenin! Becker cuenta que ni Coca-Cola ni Burger King querían aparecer en la película. Les enviamos el guión y les explicamos que era una ironía, que no pretendíamos ofender a nadie. Finalmente aceptaron, pero tuvimos que pagar por utilizar su imagen e incluso cambiamos alguna cosa que no les gustaba. Creo que somos la primera película a la que no pagan por sacar sus marcas. Es bastante increíble, ¿verdad? Deberíamos revisar esa parte del contrato. Con la publicidad que les estamos haciendo ya es hora de que nos paguen algo.
El País, 8 de diciembre de 2003 (véase en el Anexo 3) Estas espontáneas declaraciones del director de Good Bye, Lenin! manifiestan el gran desconocimiento existente entre cineastas y anunciantes sobre la efectividad de los emplazamientos negativos de marcas en películas.
Ciertamente lo más habitual es hacer los emplazamientos en contextos positivos y que los anunciantes, a cambio de la previsible mejora de imagen, aporten recursos económicos o en especie para aliviar los gastos de la película. Pero a veces el guión exige que las marcas aparezcan en contextos negativos, que intuitivamente rechazan los anunciantes por temor a que se deteriore la imagen de sus productos.
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