Esta tesis doctoral pretende ser un elemento de análisis de los procesos de formación permanente del profesorado, desde una perspectiva nacional. Se intenta dar a conocer la importancia de este tipo de actividades, necesarias para capacitar al docente en el nuevo rol social que la Sociedad del Conocimiento le exige. Se evalúa asimismo la repercusión que la calidad de las mismas tiene sobre los procesos educativos.
La investigación se concreta en cinco bloques.
En el primer bloque introductorio, se revisan los antecedentes y estado actual del problema estudiado, detectándose la necesidad de llevar a cabo un análisis profundo de los procesos de formación permanente, vista la influencia de los mismos en la integración efectiva y eficaz de las tecnologías de la información y la comunicación en las aulas.
En el segundo bloque se establecen las bases del marco teórico que sostiene al estudio, centrándolo en el análisis de cuatro pilares básicos: el nuevo rol docente en la sociedad del conocimiento, la alfabetización digital y mejora de la calidad educativa, el desarrollo de competencias digitales docentes y los procesos de formación inicial y permanente del profesorado.
En el tercer bloque se recoge el marco metodológico empleado en la investigación. Ante la complejidad que supone analizar los procesos educativos, dada la cantidad de factores involucrados e interrelacionados, se opta en este estudio por utilizar un doble enfoque metodológico: una aproximación a gran escala de tipo cuantitativa (mediante un análisis ex post-facto y un análisis de contenido), y una profundización cualitativa en algunos aspectos relevantes (a través de un estudio de casos en diversos centros educativos).
El cuarto bloque recoge los resultados obtenidos a partir del análisis de los datos, y en el quinto bloque se muestran las conclusiones más relevantes de la investigación: el estudio identifica una serie de competencias digitales que se consideran necesarias en los docentes de la Sociedad del Conocimiento, y comprueba que la inmensa mayoría de estas habilidades son desarrolladas a través de los programas de formación permanente del profesorado en materia digital que imparte el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Se analizan asimismo las competencias adquiridas por el profesorado que atiende estos cursos, comprobando que sigue predominando la capacitación técnica-instrumental, y que ciertas habilidades como el uso de Internet o la realización de presentaciones lineales son mayoritarias ante otras más específicas (como las tutorías mediante las TIC) o más innovadoras (como la creación de redes docentes).
Por otro lado, el profesorado sigue mostrándose como un usuario moderado de las TIC, que son más utilizadas fuera de clase que en las actividades en el aula. Además, cuando sí se usan, los docentes son más ¿consumidores¿ que ¿creadores¿ de materiales, y se mantienen muchos modelos de clases magistrales. Por todo ello, como conclusión general, se puede afirmar que la formación tecnológica permanente del profesorado es necesaria para la integración eficaz de las TIC en la educación, aunque esta capacitación debe ser revisada y adecuada a las necesidades de cambio de paradigma educativo que la sociedad actual demanda.
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