La mejor estrategia comercial que una empresa puede poner en marcha es aquella que la lleva a tener clientes satisfechos, ya que, sin estos, el futuro del negocio estará en situación de riesgo. Sea cual sea la estrategia comercial a desarrollar, no la podemos ver como algo aislado, sino que ha de estar integrada en un documento que la refleje de forma clara: hay que establecer un plan estratégico comercial. Solo aplicando un proceso metodológico en la red de ventas que nos asegure el diseño más adecuado a nuestros objetivos podremos conseguir los resultados empresariales esperados
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