Hasta ahora trenes y automóviles no habían hecho buenas migas. Al contrario, sobre todo las empresas de ferrocarriles, han hecho, en España y fuera de ella, mucha publicidad destacando las ventajas de las vías sobre lsa cuatro ruedas. Por eso resulta chocante que un automóvil utilice al tren como padre putativo. Es una relación en apariencia contra natura la que protagonizan el TGV y el Renault Espace en esta sorprendente y ambiciosa campaña de RCP S&S. Veamos cual es la explicación.
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