La función de Marketing está cambiando. Se está yendo a un perfil cada vez más tecnificado y, al mismo tiempo, ejecutivo de la figura del Director de Marketing. Y el CRM, que aporta valor real en las empresas, es capaz de sustentar eficazmente la transición hacia el nuevo rol del Director de Marketing convertido en CMO (Chief Marketing Officer), un acrónimo que se está imponiendo en Estados Unidos.
Cuando el foco del negocio está en el cliente, las fronteras entre las actividades comerciales se desvanecen. A medida que la empresa se centra y enfoca prioritariamente sobre los clientes con valor, la clásica separación entre Marketing, Ventas y Servicio se vuelve improductiva por los extra-costes de información y estructura que comporta.
El rol tradicionalmente más creativo o de tipo staff del profesional de Marketing que actuaba como auxiliar de puestos de línea (por ejemplo, el "comercial" al frente de los distribuidores o de la red de vendedores territorial), tiende a ser simplemente un estereotipo. También se ha superado ese viejo cliché que identificaba la función de marketing con una escasa sensibilidad con la contención de gastos.
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