La presencia de relaciones significativas contribuye a alcanzar un estado de bienestar personal. Además, en el caso de personas con discapacidad intelectual (DI), las relaciones sociales y los procesos de participación social que desarrollan tienen una amplia repercusión en sus procesos de inclusión social (Simplican, Leader, Kosciulek y Leahy, 2015). Sin embargo, la investigación reciente determina que existe una falta de redes sociales en la vida de muchas personas con DI (Knox y Hickson, 2001). Asimismo, la investigación sugiere que las redes sociales de las persones con DI suelen ser reducidas y estar comprendidas mayoritariamente por miembros de su familia o por profesionales (Emerson y McVilly, 2004).
Así pues, las personas con DI disfrutan de unas oportunidades limitadas de experimentar relaciones sociales y emocionales estrechas con otras personas (Jenner y Gale, 2006). Los niños y jóvenes con DI a veces presentan unas habilidades sociales y comunicativas menos desarrolladas que los jóvenes de la misma edad sin discapacidad (King et al., 2013). Este fenómeno podría estar relacionado con las pocas oportunidades que tienen las personas con DI de poder desarrollar estas habilidades en contextos comunitarios, ya que cuando las interacciones sociales experimentadas por una persona son reducidas o poco favorables pueden ocasionar déficits en las habilidades sociales adquiridas (Del Prette y del Prette, 2013), afectando negativamente las relaciones interpersonales y, paralelamente, la salud y la calidad de vida de las personas.
El principal objetivo de esta tesis es el estudio de las dificultades que a menudo deben afrontar los jóvenes con DI a la hora de establecer y mantener relaciones de amistad, así como también de aquellos factores que conforman apoyos. También se pretende ofrecer un recurso de carácter transferible que permita el trabajo de las habilidades sociales relacionadas con la amistad.
Esta tesis se ha elaborado con una metodología de investigación cualitativa, incorporando las experiencias y opiniones de personas con DI. Concretamente, se han llevado a cabo 11 entrevistas individuales semiestructuradas a jóvenes con DI de edades comprendidas entre los 17 y los 19 años, y se han realizado 4 grupos focales en los que han participado 34 personas adultas con DI con trayectorias vitales mayores a las de los jóvenes entrevistados.
Los resultados obtenidos determinan que 7 de los 11 jóvenes entrevistados realizan sus hobbies solos y en casa. Los 4 jóvenes que practican sus hobbies con otras personas realizan, principalmente, actividades deportivas. Por otro lado, los resultados también sugieren que la gran mayoría de los participantes en los grupos focales realiza únicamente actividades organizadas por los servicios socioeducativos o centros especiales de empleo a los que están vinculados. Por lo tanto, se considera interesante y necesario promover en mayor medida la participación de las personas con DI en actividades con otras personas de su misma edad y en contextos ordinarios.
A través del estudio exploratorio también se han determinado cuáles son aquellos factores que constituyen apoyos o bien barreras para el establecimiento y mantenimiento de relaciones de amistad. Estos deben servir como consejos y pautas para familias, maestros, educadores, profesionales de servicios socioeducativos y centros especiales de empleo, y también para las personas con DI, con el fin de aumentar las posibilidades de estas últimas de establecer y mantener relaciones de amistad de manera satisfactoria.
Como resultado del diseño, desarrollo y evaluación de un programa de formación dirigido a jóvenes con DI para trabajar las habilidades sociales relacionadas con el establecimiento y mantenimiento de amistades, se ha desarrollado una lista de habilidades sociales necesarias para establecer y mantener relaciones de amistad. El programa de formación para trabajar estas habilidades es, por lo tanto, una herramienta adaptable y transferible que los profesionales pueden usar.
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