El consumo de alcohol se ha convertido en un problema de salud pública a nivel mundial. Un grupo especialmente afectado por dicho consumo es el de los adolescentes y los jóvenes adultos. En esta población predomina un patrón de consumo denominado Binge Drinking (BD). Su mantenimiento durante la adolescencia predice una respuesta de cortisol atípica al estrés en la edad adulta joven. Además, este tipo de consumo suele hacerse junto con otras sustancias psicoactivas, especialmente el tetrahidrocannabinol (THC).
El estudio de las interacciones entre el consumo de alcohol y los sistemas biológicos de estrés se ha centrado en el eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA) y en la principal hormona de estrés, cortisol. Es importante evaluar las disfunciones del eje HPA, ya que es el principal mediador a corto y largo plazo de los efectos del alcohol sobre el organismo. Son necesarios más estudios experimentales que evalúen los efectos del alcohol sobre el eje HPA, siendo este tipo de experimentos muy escasos en población adolescente. Así, la presente tesis doctoral pretendió establecer la relación entre la historia de consumo BD o BD+THC (consumo de alcohol + fumar cannabis) y/o los efectos agudos del alcohol (dosis de riesgo o dosis BD) sobre la funcionalidad del eje HPA, mediante el registro de cortisol y otras variables de la respuesta de estrés, como la presión arterial (PA), la frecuencia cardiaca (FC) y la percepción de estrés (PE), en 402 estudiantes adolescentes sanos de 18 a 19 años (169 varones y 233 mujeres) de la Universitat de València y la Universitat Politècnica de València.
Esta muestra de población adolescente fue clasificada de acuerdo con su historial de consumo y teniendo en cuenta el género en: adolescentes sin historia de consumo, con historia BD y policonsumidores (BD+THC). Todos ellos tomaron un refresco o una dosis de alcohol (dosis de riesgo o dosis BD) como parte del tratamiento experimental y formaron parte de uno de los 6 experimentos realizados en esta investigación. Las variables independientes fueron: Experimentos 1 y 2: Historia y Tratamiento; Experimento 3: Historia, Tratamiento y Género; Experimento 4: Condición experimental y Género; Experimento 5: Historia y Género; y Experimento 6: Historia, Índice alcohólico (IA) y Género.
Los efectos del alcohol fueron evaluados sobre la respuesta fisiológica (Cortisol, PA y FC) y la respuesta psicológica (PE) de estrés. Los datos fueron analizados mediante un ANOVA de una vía para cada una de las variables dependientes (Cortisol al minuto 0, PAS, PAD, FC y PE). Además, se realizó un ANOVA de medidas repetidas para cortisol al minuto 20 y 50. Para las comparaciones post-hoc se realizaron pruebas t de Student.
Los principales resultados fueron: - Mantener una historia de consumo BD incrementó los niveles de cortisol en ambos géneros, la PAS en varones y la FC en mujeres.
- Mantener una historia de policonsumo (BD+THC) incrementó los niveles de cortisol en ambos géneros y la PAS en varones.
- Los niveles de cortisol de los participantes aumentaron al inicio de cada experimento (minuto 20) y disminuyeron al final del mismo (minuto 50).
- El consumo agudo de alcohol incrementó los niveles de cortisol y la FC en mujeres adolescentes; e incrementó la FC en varones.
- Se observaron diferencias de género en los niveles de cortisol (mayores niveles en varones), la FC (mayores niveles en reposo en mujeres), la PAS (mayores niveles en varones) y la PE (mayores niveles en mujeres).
- Se observó una mayor vulnerabilidad a los efectos de la historia de consumo BD sobre el incremento de la FC en las mujeres.
- Se encontró tolerancia en la activación del sistema cardiovascular (FC) en los varones con historia BD durante el consumo agudo de alcohol.
- Se observó un efecto sinérgico del BD y el THC, con mayores niveles de cortisol en policonsumidores.
- Los efectos del alcohol sobre el cortisol fueron dependientes del IA obtenido: disminuyeron en binge drinkers y policonsumidores bajo un IA0, pero se mantuvieron estables bajo un IAR o un IABD.
- La FC aumentó de forma dependiente del IA obtenido (tanto en binge drinkers como en policonsumidores).
- La PAD no se vio afectada ni por la historia de consumo ni por el consumo agudo de alcohol.
- La PE no se vio afectada por la historia de consumo BD, pero sí por la historia de policonsumo (mayor PE en los policonsumidores).
- Se encontraron correlaciones positivas entre cortisol y PAS. También se obtuvieron correlaciones positivas entre las variables cardiovasculares (PAS, PAD y FC).
Considerando los resultados obtenidos, la conclusión general de esta tesis es que mantener una historia de consumo BD o BD+THC, durante al menos 1 año, desregula la funcionalidad del eje HPA al alza a corto plazo (incrementando los niveles de cortisol) y produce una hiperactividad cardiaca (incrementando la PAS y la FC) en adolescentes.
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