El consumo alimentario está sufriendo una evolución en sus hábitos, especialmente en aquellos aspectos relacionados con los métodos de producción y elaboración, y un crecimiento de la importancia de la influencia de la alimentación sobre la salud y preocupación por la seguridad alimentaria de los alimentos.
Esta evolución está teniendo importantes consecuencias en el sector, dándose un cambio en la percepción de los productos alimentarios. Tradicionalmente, los alimentos han sido considerados bienes de experiencia que tienen algunas características de creencia, pero con las últimas crisis sufridas en el sector, la importancia de las características de confianza ha aumentado, incrementándose la demanda de productos que incorporan atributos de confianza. Este cambio, entre otras razones, ha venido motivado por la preocupación mostrada por los consumidores ante los problemas de salubridad de los productos alimenticios. En los últimos años estos problemas han sido especialmente relevantes en el sector del ganado vacuno debido a la crisis de la Encefalopatía Espongiforme Bovina en Europa en general, y en España en particular. Como consecuencia de ello se ha generado una desconfianza general hacia este tipo de producto por parte de los consumidores, que ha tenido como resultado una disminución importante en los niveles de consumo.
En esta situación de incertidumbre, conocer el comportamiento del consumidor, es un elemento clave para establecer como estos forman las preferencias y como eligen de entre las diferentes alternativas existentes en el mercado.
El estudio de las preferencias del consumidor se ha llevado a cabo bajo tres enfoques: el enfoque de la economía de la información, el enfoque multiatributo yel enfoque de los modelos jerárquicos. En el enfoque de la economía de la información se distingue entre tres tipos de características,:
características de búsqueda, características de experiencia y ca
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