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Estudio del efecto nutricional y bifidogénico de una fórmula infantil suplementada con nucleótidos, alfa-lactoalbúmina y ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga en niños recién nacidos sanos

  • Autores: María Isabel Vasallo Morillas
  • Directores de la Tesis: Fernando Romero Braquehais (dir. tes.), María del Carmen Martínez Graciá (dir. tes.), Gaspar Francisco Ros Berruezo (dir. tes.)
  • Lectura: En la Universidad de Murcia ( España ) en 2010
  • Idioma: español
  • Tribunal Calificador de la Tesis: Ángel Gil Hernández (presid.), María Jesús Periago Gastón (secret.), Francisco Rincón León (voc.), Manuel Sánchez-Solís de Querol (voc.), Reyes Barberá Sáez (voc.)
  • Materias:
  • Texto completo no disponible (Saber más ...)
  • Resumen
    • La leche materna es el alimento ideal en la nutrición del recién nacido ya que proporciona los nutrientes necesarios y en la cantidad adecuada para su crecimiento normal además de protegerle frente a procesos infecciosos. Por tanto, debe ser la única fuente de alimentación durante los primeros 6 meses de vida (OMS, 2003). No obstante, cuando la lactancia materna no es posible o deseada, existe una gran variedad de fórmulas infantiles diseñadas para asegurar el crecimiento y el desarrollo adecuado de los niños (Agget et al., 2003).

      Además, en los últimos años, la investigación para el desarrollo de nuevas fórmulas infantiles se ha centrado en el diseño de productos con determinados ingredientes cuya estructura así como cantidad adicionada, se asemejan a algunos de los nutrientes hallados en la leche materna, con objeto de emular los efectos beneficiosos que éstos proporcionan en la salud de los lactantes a pecho.

      Entre estos efectos destacan los relacionados con la modulación de la microbiota intestinal. El hecho de que los niños alimentados con leche materna sufran menos infecciones gastrointestinales con respecto a los niños alimentados con fórmulas infantiles está relacionado con la mayor proporción de Bifidobacterias hallada en la microbiota colónica de los lactantes a pecho.

      Por tanto, este estudio se llevó a cabo con el objetivo de evaluar el efecto bifidogénico y nutricional de una fórmula infantil suplementada con nucleótidos, alfa-lactoalbúmina y ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, comparándolo con el de una fórmula estándar y tomando como referencia a los niños alimentados con leche materna. Para ello se realizó un ensayo clínico doble ciego, aleatorizado y controlado en un grupo de 66 recién nacidos sanos por parto vaginal. La duración del estudio fue de, aproximadamente, 3 meses y durante este periodo se programaron 4 controles: a los 11-17, 26-29, 47-51 y 86-91 días de edad respectivamente.

      Para comprobar que la fórmula suplementada tenía una calidad nutricional óptima se evaluó el crecimiento de los lactantes mediante la medida del peso, la talla y el perímetro cefálico observándose que los niños crecían adecuadamente con respecto a los estándares de la OMS, sin que existieran diferencias significativas para los resultados de los parámetros de crecimiento entre los tres tipos de alimentación.

      Se evaluó la tolerancia de los lactantes a la fórmula suplementada así como la actividad de dicha fórmula sobre la función intestinal mediante el registro de la incidencia de episodios de gases, de la frecuencia diaria de deposiciones así como de la consistencia, color y olor de las heces.

      Aunque la frecuencia de deposiciones en el grupo de lactantes alimentados con leche materna fue aproximadamente el doble con respecto a los grupos de fórmula, se observó que el grupo de fórmula suplementada mostraba una frecuencia ligeramente superior al grupo de fórmula estándar.

      En cuanto a las características de las heces, predominaron las deposiciones blandas en el grupo alimentado con la fórmula suplementada con respecto al grupo de fórmula estándar, presentando un perfil de consistencia parecido al grupo lactado a pecho. El color de las heces fue similar entre los dos grupos de fórmula aunque con más frecuencia, amarillas en la suplementada, color característico de las heces de los niños alimentados a pecho.

      Para evaluar la capacidad de la fórmula suplementada de modular la microbiota colónica de los lactantes y favorecer el crecimiento de determinadas especies de Bifidobacterias se llevó a cabo el análisis microbiológico de las muestras fecales mediante el método de cultivo y recuento en placa así como el análisis de especies de Bifidobacterias mediante la amplificación de los genes 16s rRNA de B. bifdum, B. longum, B. breve, B. dentium, B. catenulatum y B. adolescentis y detección por PCR-RT.

      Se estudió el patrón de colonización de Bifidobacterias, Lactobacilos, bacterias anaerobias totales, bacterias aerobias totales, Enterobacterias, Enterococos y Clostridios, mostrando semejanzas entre los niños lactados al pecho y los alimentados con fórmula suplementada en la colonización por Bifidobacterias y Enterobacterias.

      Sin embargo, no se observaron diferencias en los recuentos de Bifidobacterias de los diferentes grupos de alimentación, pero se vio que los recuentos de Enterobacterias eran semejantes entre los lactados a pecho y los alimentados con fórmula suplementada, siendo inferiores significativamente a los recuentos en las heces de los niños que tomaron la fórmula estándar. Los recuentos de Enterococos fueron inferiores en el grupo de leche materna con respecto a los dos grupos de fórmula, no observándose diferencias entre ambos y en cuanto a Lactobacilos, aerobios totales, anaerobios totales y Clostridios, no se observaron diferencias significativas entre los recuentos de los tres grupos de alimentación.

      De todas las especies de Bifidobacterias analizadas, se encontró que B. longum fue el grupo más ampliamente detectado, estando presente en un porcentaje elevado en todos los niños, seguido de B. bifidum, B. catenulatum y B. breve.

      Hay que destacar que B. bifidum colonizó al 61-68% de los niños alimentados con leche materna y al 90-79% de los niños alimentados con fórmula suplementada mientras que el porcentaje de colonización de los niños alimentados con fórmula estándar osciló entre 54-69%. Diferencias similares entre los grupos de alimentación se observan para B. breve hallándose con mayor frecuencia en los niños de lactancia materna y de fórmula suplementada (49-65% y 47-68% respectivamente) en relación al grupo alimentado con fórmula estándar (31-46%).

      A la vista de estos resultados se podría decir que durante el periodo del estudio y en función de la alimentación, se observaron cambios cuantitativos y cualitativos en las especies de Bifidobacterias fecales, especialmente en B. longum, B. bifidum y B. breve cuyo perfil en el grupo de niños alimentados con fórmula suplementada fue más parecido al de la leche materna que al de la fórmula estándar.

      Además se estudiaron las modificaciones en la actividad metabólica de la microbiota intestinal de los lactantes en función del tipo de alimentación utilizando como referencia los ácidos grasos de cadena corta en heces. No se halló correlación significativa entre la presencia de ácido acético (el ácido graso de cadena corta mayoritario) y los recuentos de Enterobacterias y Bifidobacterias, pero se observó que el perfil de las concentraciones de los ácidos grasos mayoritarios (acético, butírico y propiónico) expresadas como percentil 50, era semejante entre los niños alimentados con fórmula suplementada y el grupo de leche materna. La concentración de estos ácidos grasos resultó ser inferior con respecto al grupo de fórmula estándar.

      Por otro lado, se quiso comprobar la eficacia del perfil de ácidos grasos de la membrana eritrocitaria como marcador de los LCPUFA ingeridos en la dieta de los lactantes. Los resultados obtenidos indicaron que además de ser un marcador adecuado, la alimentación con una fórmula infantil adicionada con DHA en cantidad similar a la leche materna proporciona concentraciones de dicho ácido graso en la membrana de los eritrocitos, semejantes a las de los niños lactados a pecho.

      Por último se determinó como contribuía la alimentación con leche materna, con fórmula suplementada y con fórmula estándar a la ingesta de ácido siálico total de los lactantes que participaron en el estudio y se demostró que el contenido de ácido siálico total presente en la leche materna decrecía a medida que avanzaba la lactancia siendo superior en todos los casos (10 y 3 veces superior al inicio y al final del estudio respectivamente) a la concentración obtenida en las fórmulas. Entre éstas, no se encontraron diferencias significativas.

      Los resultados de este estudio sugieren que la fórmula suplementada ejerce un efecto similar a la lactancia materna sobre la función intestinal. También se ha podido observar un ligero efecto en la modulación de la microbiota intestinal y de su actividad metabólica aunque menos consistente debido a la enorme variabilidad inter-sujetos, de los parámetros analizados. Por otro lado el perfil de ácidos grasos en la membrana de los eritrocitos que se obtiene tras la suplementación de las fórmulas sugiere un estatus a nivel eritrocitario similar al de los niños alimentados a pecho.

      Las consecuencias clínicas derivadas del efecto potencialmente beneficioso de la alimentación con la fórmula suplementada quedan sin esclarecer en este estudio y se sugiere, por ello, la realización de una investigación sobre la incidencia de infecciones gastrointestinales durante el primer año de vida de los niños alimentados con esta fórmula mejorada, así como el estudio del desarrollo visual y cognitivo, y la incidencia de sobrepeso y obesidad durante los 3 primeros años de vida. Para ello sería necesario recalcular el tamaño muestral cuyo valor debería ser más elevado para minimizar el efecto negativo de la variabilidad inter-sujetos.


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